jueves, 15 de junio de 2006

Quebrandose el pecho caen todas ellas. Golpean en el aire, riendo, jugando a solas y regresan. Aspiradas una a una vuelven a escaparse en un suspiro. Tiñen ahora en su nueva forma el aire. Enamoran a quienes la respiran. Aman de a dos. Se entregan.