
Acaricio tu respiración,
como si fuese mía,
como si fueses mía.
Acaricio tu piel,
tu cuerpo,
como si fuese mío,
con todo el narsisimo posible.
Acaricio tus lamentos,
los sufro.
Acaricio tus lágrimas,
solitarias,
disonantes,
pero ya no mías,
no me pertenecen.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario